En el pasado el gremio de
los maestros se creó para protegerse de la competencia y de la mala calidad de
otros maestros. Gracias a estos gremios, ellos eran de gran importancia y
reconocimiento ante la sociedad, es decir, se les tomaba en cuenta para todo.
Contaban con muchos
privilegios, tenía fuero y no podían ser encarcelados, podían portar armas para
su seguridad social, pero para poder ser maestros tenían que ser españoles (de
sangre pura) y cristianos. Sus espacios laborales solamente podían ser quitados
por dos razones: o morían o tenían demasiados años como para seguir trabajando
de maestros.
Contaban con un dirigente,
conocido como “El maestro mayor”, quien encabezaba al gremio, era la autoridad,
quien examinaba a lo que hacían examen para ingresar al mundo laboral y era
quien vigilaba las escuelas. Gracias a su rango, en sus manos tenían el poder
de la corrupción pues por unos cuantos pesos daba licencias para trabajar de
maestros a quienes no estaban capacitados o que ni siquiera presentaban el
examen de ingreso.
Uno de esos dirigentes,
Rafael Ximeno, estaba a favor de la enseñanza pues intentaba mejorarla lo único
malo es que era muy corrupto, se dejaba influenciar por aquellos a los que les
otorgaba licencias provisionales e integraba al gremio tan pronto como hubiera
una vacante disponible.
Dentro de esa época, existía
una gran rivalidad y distinción entre las escuelas gratuitas y privadas. Había
una competencia y creían que las escuelas pías (como se les llamaba a las
escuelas gratuitas) eran para los pobres que no tenían dinero y las privadas
para los ricos, los hijos de gente con poder.
Con esto, nos podemos dar
cuenta de que la educación actual no es muy diferente a la de aquellos siglos,
pues hoy en día sigue existiendo esa protección laboral que en lugar de ser
gremios se conoce como SNTE (Sindicato Nacional de Trabajadores de la
Educación), donde hay un cabeza que se aprovecha de la situación para su propio
beneficio haciéndole creer al resto de la gente que todo es por el bien de la
educación.
En cuanto a la distinción de
las escuelas el pensamiento sigue siendo el mismo, piensan que por ser rico
tienes que ir a una escuela de paga y si eres de escasos recursos tienes que ir
a una escuela pública o incluso ni siquiera ir a la escuela. Los privilegios no
son tan importantes o influyentes como los de antes pero sí tienen vacaciones,
prestaciones, afiliación, y más; pero en donde sí hay una gran diferencia es en
cuanto al prestigio de los maestros, pues entre más tiempo pasa parece ser que
van perdiendo esa influencia que tenían ante la sociedad, ahora simplemente lo
ven como un trabajo más.
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